A los amantes de la música en general, y del flamenco en particular, nos ha entristecido la muerte –que no su desaparición- de tan insigne cantaor. Está más que justificado dedicar una breve reseña a su enorme labor en la difusión y renovación del cante flamenco.
Nació en Granada hace 67 años y siendo muy joven, con apenas 14 años, dejó su barrio de tradición gitana y flamenca del Albaicín para probar fortuna en Madrid. Graba su primer disco en 1967 (“Cante Flamenco”) acompañándole a la guitarra Félix de Utrera. Se acompañó de grandes y geniales guitarristas: Niño Ricardo, Perico del Lunar, Parrilla de Jerez, Pepe Habichuela, además de los sanluqueños Isidro y Manolo Sanlúcar, con el que actuó por cierto en El Ateneo de Madrid en 1970.
Su producción discográfica y sus actuaciones por todo el mundo han sido enormes, así como los premios y absoluto reconocimiento a su labor artística. Por citar algunas grabaciones destacaría Homenaje a D. Antonio Chacón (1977), donde podemos apreciar al cantaor enciclopédico y dominador de cantes clásicos reivindicando al genial maestro jerezano, del que llegó a ser su alumno.
Otro disco de especial interés es el grabado en 1990, Morente-Sabicas, en el que vuelve a interpretar los palos con buen sabor antiguo. A la vez homenajea al gitano guitarrista más internacional del momento, conocido como Sabicas. Creador y defensor de la fusión del flamenco con otras músicas, como Morente, muere en Nueva York en el mismo año de la edición del LP.
El disco más polémico y transgresor de su carrera es Omega, de 1996, y reeditado en 2008. Con textos de Lorca y Leonard Cohen se acompaña del grupo rockero Lagartija NIck. Para muchos aficionados es el disco más denostado y criticado y para otros una obra cumbre. Al margen del debate, esto evidencia la inquietud de Morente por innovar y crear nuevas formas musicales. Recordemos la que armó Camarón de la Isla en el año 1979 con La Leyenda del Tiempo. Y, sin embargo, precisamente el tiempo ha hecho justicia con una obra ya considerada clásica e imprescindible en la concepción del flamenco actual.
Al igual que hicieron algunos cantautores (Paco Ibáñez, Serrat, Carlos Cano, etc.) también Morente canta a nuestros poetas: Lorca, los Machado, San Juan de la Cruz, Alberti, Miguel Hernández y tantos otros.
Fue precisamente un poema de Miguel Hernández , Elegía a Ramón Sijé, el que tuve la suerte de oír en voz de Enrique Morente. Fue hace 30 años, parece mentira, lo escuché por primera vez en un recital en la Peña Flamenca “El Taranto” de Almería. Aunque este poema, cantado curiosamente por Tarantos, no suscitó mucho entusiasmo entre los aficionados más puristas que no asimilaban tanta innovación, yo recuerdo aún el impacto que me supuso escuchar tan cerca y en directo a tan admirado maestro.
Termino, pues prometí brevedad en la reseña, recomendando las últimas actuaciones de Morente, que evidencian el gran momento de plenitud de voz que aún atesoraba. ¡Qué pena! Entre ellas, la película inacabada de «El Barbero de Picasso”. Al menos nos quedan sus más de 20 discos, videos y en especial su herencia cantaora a sus tres hijos, sobre todo Estrella Morente.
Hasta siempre, maestro.
Juan Hidalgo Valcárcel
16 de Diciembre de 2010
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