El pasado viernes, 5 de agosto de 2022, acudimos a otro concierto de IZAL en el puerto de Cádiz. Y decimos a otro, porque han sido 10 las ocasiones en las que hemos disfrutado de su música en directo a lo largo de estos últimos años.
El puerto de Cádiz lo conocemos bien porque es allí donde también se celebra el festival «No Sin Música», al que acudimos con amigos desde hace años y donde habíamos podido disfrutar de IZAL en ocasiones anteriores.
Hacía mucho tiempo que no escribíamos una crónica de ninguno de los conciertos a los que asistimos –y son muchos a lo largo del año y de todos los estilos–, pero el concierto del viernes, no era un concierto cualquiera. Desde que el quinteto decidiera «darse un tiempo» y anunciara que esta gira «Hogar» sería la última, cada uno de sus conciertos iba a ser una despedida y nosotros, no queríamos perdérnosla y vibrar con cada una de sus canciones una última vez. Y por eso, este post.
La apertura de puertas estaba programada para las 21:00 y el comienzo del concierto a las 23:00. Llegamos un poco antes de las 21:00 a Cádiz y ya se podía ver una buena cola para «entrar y coger sitio», en el muelle… y en el parking de Canalejas –justo al lado–. Así que nos tocó esperar para poder aparcar. Treinta minutos después, en el mismo parking, estábamos comiendo algo y haciendo buen uso de la nevera que llevábamos en el maletero.
A las 21:45 estábamos enseñando nuestras entradas en la puerta, pidiendo nuestra primera cerveza en el recinto, visualizando el ambiente –no demasiada gente a esa hora todavía y la mayoría por debajo de los 30 ilusionados por ver a IZAL por primera vez– y haciendo cola en el merchan donde compramos un bolso de «Magia y Efectos Especiales», una camiseta de «Inercia» que han diseñado en colaboración con @72kilos y un body de bebé de «Pequeña Gran Revolución» para Davinia, a la que esperamos todos impacientes: amigos, familiares y sus papis David y Loli.
Una hora y quince minutos después, a las 23:03, se encendían las pantallas que hacían de fondo del escenario y aparecían –gracias a una cámara de vídeo que los estaba grabando en directo– los integrantes del quinteto, justo detrás del escenario– brindando por ellos, por todos los presentes y por el concierto que iban a regalarnos. Música de fondo grabada y las primeras frases de «Fotografías». La noche prometía.
En esas primeras canciones se les veía disfrutando y divirtiéndose en el escenario –no lo dejan por aburrimiento como otros muchos, o esa impresión nos dio– sino más bien, por dedicar tiempo a otras cosas, como por ejemplo a Greta –ya la vimos y escuchamos en Granada– que apareció en el escenario en algunas ocasiones haciendo reír a los componentes y suspirar a su papi.
A priori podíamos pensar que el concierto giraría en torno a su último álbum y aunque hubo muchas canciones de «Hogar» –bajo nuestro humilde punto de vista, faltas de empaste o de pegada en algunas ocasiones y no sabemos si por la ecualización del equipo o porque aún las han tocado pocas veces en directo y les falta recorrido–, también hubo otras muchas de todos los discos anteriores, hasta el punto de que «casi no nos faltó ninguna»: «Copacabana», «Pequeña gran revolución», «Agujeros de gusano», «Meiuqèr», «Los seres que me llenan», «Palos de ciego», «El pozo» «Asuntos delicados», «Magia y efectos especiales», «Despedida», «Bill Murray», «El baile»…, hasta llegar a «Pausa» con un final diferente que nos encantó y a partir de la cual comenzaron los bises.
Incluso probaron un «experimento» –que ya habían repetido en conciertos anteriores como en La Roda unos días antes– bajando al público para tocar casi en acústico «Qué bien».
Y el final, apoteósico con todos los presentes cantando en voz en grito y bailando hasta la extenuación «La mujer de verde» dedicada, una vez más, al personal sanitario.
Quizás «Sueños lentos, aviones veloces» podía haber formado parte del repertorio, porque nos encanta y nos parece una de sus mejores canciones, pero…
Una noche increíble, una vez más, calurosa –en todos los sentidos– por la que los recordaremos como son: grandes profesionales que no han perdido la frescura –a pesar de tener que ceñirse a guiones y setlists por cuestiones obvias– que siguen disfrutando tocando sus canciones –Alejandro no paraba, como siempre, de sonreír viendo vibrar al público o «vacilando» a «Gato» con algunos de sus breaks casi improvisados y dando palos a la batería, los pads electrónicos, un aro o el bombo legüero que le acompaña en esta última gira.– Un despliegue técnico muy amplio –arcos para tocar el bajo, contínuos cambios en los controles de los sintes de Iván a la vez que interpretaba, imanes para hacer sonar las pastillas de la guitarra de Alberttinny, ukeleles, acústicas, eléctricas de Mikel…–, y toda la estética multimedia a la que nos tienen acostumbrados en los últimos tiempos.
Si nos faltó algo fue uno de sus grandes finales –por poner una pega donde no hay nada que reprochar, al revés– con serpentinas, fuegos artificiales o papelillos de colores. Pero no llegó. Nos tienen mal acostumbrados :((
Todavía recordamos aquella primera vez en la Sala Custom en Sevilla, allá por marzo del 2014 después de escucharlos en un programa de Radio 3, donde tuvimos el privilegio de descubrirlos casi en un formato íntimo y que os contamos en su día aquí: https://www.musikawa.es/izal-nos-sorprende-en-sevilla-14032014-musikawa/
Después vinieron el Alhambra Sound de Granada en septiembre del 2014 con nuestro sobrino Fran.
2015
En el COAC de Sevilla en octubre de 2015 con los peques, Antonio José y Sofía.
2016
El Sonorama Ribera de 2016.
El Chanclas Festival de Lucena en agosto de 2016.
En el Auditorio Rocío Jurado de Sevilla en septiembre de 2016 con buenos amigos.
2017
Coincidimos con Mikel en el No Sin Música 2017 de Cádiz (aunque la banda no tocó).
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2018
En El No Sin Música 2018 en Cádiz.
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2020
En San Fernando en septiembre de 2020 («Bahía en vivo») acompañados de nuestro hijo mayor Antonio José.
2021
Y en Granada en agosto de 2021 con Inma y Ricky una vez más.
Solo les deseamos lo mejor, sea lo que sea lo que decidan hacer a partir de ahora: Mikel, quizás, seguirá tocando y grabará disco en solitario. A Alejandro, «Gato» e Iván no les faltarán «novias» que los quieran en sus formaciones y en las grabaciones de sus discos. Y Alberto, imaginamos que se dedicará a disfrutar de su prole y a construir guitarras como nos ha avanzado en redes.
Pero si leyeran estas líneas, solo en el caso hipotético, queríamos transmitirles nuestra inmensa gratitud por su música, por el acompañamiento que han hecho –y seguirán haciendo– en nuestra vida y en la de nuestros hijos, por el ejemplo que representan de buen hacer desde el trabajo y la constancia.
Gracias «amigos» –aunque no nos «conozcamos»– por TANTO. Y hasta pronto, sí, hasta pronto, plis. Nosotros, mientras, seguiremos esperando y como un poco «locos» que somos, en la espera «nos verán bailando».
Antonio (@caotico27) y Zoraida (@zoraidaperez) para @musikawa
Tags: conciertos Izal