Inauguramos esta sección dedicada a la cocina con nuestra amiga Lidia de la O, autora del blog Atrapada en mi cocina, con la que contaremos asiduamente en este espacio. Seguro que aprendemos mucho con ella y os aseguro, que sus recetas están para chuparse los dedos!! Bienvenida Lidia!!!!!
Este postre forma parte de un buen “fondo de armario”, ya que con la receta básica del flan de leche condensada que me enseñó mi madre, ya he preparado varios flanes y todos estupendos, como el de castañas. Yo no soy nada chocolatera, más bien poco, aunque de vez en cuando sí que me animo a preparar alguna receta con chocolate, y de haber preparado ésta no me voy a arrepentir ya que no sabría decir si me gusta más este flan sin chocolate o con él. Lo he acompañado, para aligerar, je,je, con un poco de nata montada y unas trufas que he preparado con un ganaché de chocolate que me había sobrado de la elaboración de una tarta.
INGREDIENTES:
- 3 huevos
- 1 lata pequeña de leche condensada
- 250 ml. de leche entera (un vaso)
- 5 cucharaditas de café de cacao sin azúcar (yo he puesto Valor, pero se me ocurre que también podéis poner Cola Cao)
- Para las trufas:
- 200 ml. de nata líquida
- 1 tableta de chocolate de cobertura
- Cacao valor
- Para la nata montada:
- 200 ml. de nata
- 3 cucharadas de azúcar
PREPARACIÓN:
Disolvemos el cacao en polvo en el vaso de leche.
Mezclamos con la leche condensada y después añadimos los huevos, uno a uno, batiéndolos con la batidora de varillas o con una minipimer.
Engrasamos un molde o una flanera con mantequilla, echamos la mezcla en él y tapamos con papel de aluminio o con su tapa, en caso de que se trate de una flanera. Metemos en el horno precalentado a 190º al baño maría. Yo he llenado de agua la bandeja del horno, porque el molde no cabía dentro de otra bandeja. Dejamos unos cuarenta minutos o hasta que al pinchar con una brocheta ésta salga limpia.
Las trufas las tendremos preparadas con anterioridad. Para ello calentamos la nata y cuando empiece a hervir retiramos y vamos echando el chocolate, removiendo hasta que se derrita por completo. Dejamos enfriar y metemos en el frigorífico unas horas, hasta que endurezca. Después sacamos y con las manos vamos cogiendo montoncitos y haciendo bolitas, éstas las rebozamos en cacao en polvo.
Cuando el flan este hecho lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar dentro del molde. Cuando ya esté frío pasaremos un cuchillo por los laterales y veremos como se va desmoldando con facilidad. Volcamos sobre el plato de presentación. Montamos la nata con la ayuda de unas varillas, añadiéndole el azúcar en mitad del proceso y metemos en una manga pastelera. Vamos decorando el flan con las trufas y la nata montada.
Desde la primera foto a la última no pasaron más de quince minutos, y ya veis el asalto que le dimos al flan. Yo me comí el trozo del corte, sin trufas ni nada, mi marido se comió lo restante y todas las trufas que faltan, imaginaos lo bueno que está el flan. Y lo mejor es lo fácil que es de preparar, y no tenemos que tener ningún artilugio ni molde especial en casa para hacerlo. Así que animaos, con una bonita presentación se convierte en un postre de lujo.
Lidia.
Esta receta y muchas más, podéis encontrarlas en Atrapada en mi cocina
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