De la pluma exquisita de nuestro amigo y compañero Santi Ortiz, maestro en tantas lides que necesitaríamos varias webs para contenerlas, nos llega esta sinfonía poética en torno al arte del toreo, breve pero jugosa, como el primer beso o el primer trago de vino. Disfrutadla igual. Es una gozada.
LAS MÚSICAS DEL TOREO
Armonizar el “ruido” del toro, pautar las estridencias de la casta, modular la furiosa ventisca de derrotes que puntean en los aires la brava violencia del instinto; convertir el torrente en cauce sosegado, el iracundo alud en rítmico poema sin palabras; transformar el caos que los bureles siembran a su paso en un cosmos armónico lleno de consonancia…
Eso y no otra cosa es el toreo.
La batuta del temple logra el milagro de transformar la despiadada lucha del hombre con el toro en música insonora, surgida del subsuelo de los sueños; música que hace del toreo un arte abrasado de tiempo, cuya sinfonía sirve para deleite de los oídos del alma porque sus ondas sólo tienen un único medio de propagación: el sentimiento.
Es la música profunda labrada en el silencio del toreo.
Pero la tauromaquia es, además, bullicio, espectáculo, arco iris, plaza, público, estruendo, pasión, pitos, palmas, puros, abanicos, broncas y ovaciones: turbamulta que, a veces, se armoniza al compás orquestado de los oles. Este mundo exterior donde el drama callado del toreo encuentra su acabado, su cáscara, su entorno, también tiene su música, mitad himno, mitad folklore, con vestigios castrenses en su origen y un hermano bastardo –al que no puede ver– llamado “pasacalles”. Lleva en sus notas el cromatismo de la primavera y una alegría cadenciosa y valiente. Su allegro moderato toma a veces tintes andalucistas, a veces marchosería solemne; un acento flamenco le corre por la venas, y torería, mucha torería. Es… ¡el Pasodoble! El pasodoble torero: música sonora y popular, cuyas notas ejercen benéfica influencia para amplificar los sentimientos, para catalizar la íntima conmoción que hace brotar esa otra música, de la que antes hablábamos, nacida del misterio que hombres y toros llevan amalgamando desde que la civilización mediterránea anunció su alborada.
Sanlúcar de Barrameda, 25 de marzo de 2010
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Cuando alguien intenta explicar lo inefable, eso significa nada más y nada menos que ha entrado a hurtadillas,de forma clandestina, en el terreno, reservado para pocos, en el que la la ética y la estética confluyen, y consiguen hacer de la palabra una nueva vía en la que goce del extrañamiento primigenio hace su aparición.
Gracias por respetar la palabra y las ideas.
Es lo mas bonito que jamás he leido sobre nuestra fiesta. Gracias, Santi, espero impaciente mas escritos tuyos.
Hola, Santi: No sé siquiera si llegarás a leerme: soy Milagros, compañera tuya de Campillos,y me alegra mucho haberte encontrado por aquí y ver que todo te va muy bien.
Tras sopocientos años sin vernos, sí que me gustaría pedirte disculpas por haberme comportado contigo de una forma tan infantil.
Un beso y que sigas escribiendo como lo haces.
Milagros