Hoy toca contaros la realización de nuestro Museo del Flamenco Interactivo en Realidad Virtual que ha realizado mi alumnado de 3º de ESO del IES Doñana de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
A finales del trimestre pasado, comenzamos un nuevo proyecto basado en el conocimiento del flamenco y entre los muchos productos finales que propuso el alumnado, hubo uno al que llevaba tiempo dándole vueltas porque me parecía muy atractivo para el alumnado y porque –como ya sabéis también– me gusta hacer cosas distintas en clase y aprender junto a mi alumnado.
Después de escuchar todas las propuestas, decidieron hacer una investigación sobre el flamenco, para conocer su historia, sus palos, sus principales representantes, su evolución, etc. pero me sorprendieron, cuando empezaron a pensar en la difusión del proyecto.
Ya sabéis, que en el comienzo de todo proyecto, me gusta buscar el producto o productos finales que haremos y que nos ayudarán con el aprendizaje y la consecución de los criterios de evaluación que conlleva, los instrumentos de evaluación que pondremos al servicio de la evaluación –incluída la rúbrica del producto final– y por último, el cómo daremos a conocer nuestro trabajo en la fase de difusión –tan importante para «redondear» el aprendizaje grupal, desarrollar la expresión oral y fomentar habilidades y competencias que de otra manera sería imposible.
Y aquí es donde me sorprendieron gratamente: hacer una presentación y publicarla en la web, en un site –como en el proyecto anterior de radio y podcast–, en redes sociales o hacer exposiciones orales en clase o en otros centros educativos cercanos, se les quedaba corto! Y pensando, surgió la idea de crear un museo que todo el mundo pudiera visitar de manera virtual y donde colocaran, a modo de paneles informativos, ayudas personales, paneles táctiles e interactivos… toda la investigación realizada.
Y así ha sido.
Toda la investigación la hemos estado realizando, volcando y diseñando en una presentación compartida en Google Presentaciones.
Buscamos una plantilla molona gratuita que descargamos de Slides Carnival y que me había dado a conocer hace un tiempo mi amigo Fernando Villar (@fdito_gormaz en twitter) y allí, de manera colaborativa, fuimos realizando las diapositivas que luego convertiríamos en los paneles interactivos de nuestro museo.
El siguiente paso –y casi de manera paralela– buscamos la herramienta que nos permitiera construir nuestro museo en Realidad Virtual y ahí tiré de otros dos amigos –que aún no he desvirtualizado pero que queda poco para hacerlo en EABE20–. Begoña Codesal (@becodesal en twitter) a la que había conocido mediante el proyecto 3DKawa y su publicación en la revista Comunicación y Pedagogía de los números dedicados a EscapeRoom y BreakOut Educativos que tuve la suerte de dirigir el curso pasado. Y por otro lado, a Víctor G. Muñiz al que había seguido por twitter en su cuenta Cuadernos de Herodoto y sus videos sobre el MergeCube y Cospaces.
Víctor me dió las primeras pistas sobre la herramienta Cospaces y Begoña, además de mucha ayuda con preguntas que le realizaba –con las demandas de mi alumnado– a través de Whatsapp, nos regaló 100 licencias PRO para 30 días.
Al principio, todo fue un poco caos, jejeje. Después de mi registro y el de mi alumnado, se creó un aula y se asignó una tarea sencilla: comenzar construyendo una sala con distintas habitaciones en las que colocar paneles y videos para ir aprendiendo el uso de la herramienta. Al estar todos trabajando a la vez en la misma tarea, todos podíamos mover, modificar y «fastidiar» el trabajo del resto, pero nos sirvió para darnos cuenta de todas las posibilidades que Cospaces tiene y para cumplir una serie de reglas básicas para los proyectos que se hacen de manera colaborativa en ese entorno virtual.
Una vez superada la tarea, comenzamos el esbozo en papel del diseño de nuestro museo y por grupos, comenzamos a trasladar todas esas ideas al entorno de trabajo virtual. En un principio, sin activar las licencias PRO –para reservar los 30 días para más adelante cuando el trabajo estuviera avanzado– usando exclusivamente los elementos gratuitos –pocos pero suficientes– y trabajando con las texturas, las cámaras y la programación de cada uno de los elementos.
Es impresionante, lo que Cospaces nos permite hacer programando con su lenguaje propio –Coblocks– muy parecido a Scratch –que ya conocíamos de prácticas anteriores con makeymakey– para el comportamiento de los elementos: paredes convertidas en casi transparentes que parecen cristales que se mueven a modo de puertas correderas, bases que se desplazan en el espacio para construir un ascensor que da acceso a cada planta, opciones para cada elemento, bocadillos con texto, preguntas y opciones para los personajes que insertamos en el área de trabajo y que se comportan dependiendo de la interacción con el usuario que visita el museo; el uso del audio y del video en determinados elementos y un largo etcétera.
Pero además, Cospaces permite subir casi cualquier tipo de archivo –solo 10 con la versión gratuita e ilimitado en la versión PRO con hasta 25 megas cada elemento que subamos– incluidas imágenes, vídeos o elementos tridimensionales –que podemos descargar de cualquier repositorio gratuito o en nuestro caso, de los que habíamos usado para imprimir en nuestra impresora en 3D como el logo de nuestro centro–.
En nuestro caso, además de todas las imágenes y los videos del museo interactivo, hemos añadido elementos tridimensionales como guitarras a modo de esculturas, una bailaora que nos da la bienvenida en el centro de la sala de la planta baja y que suena y se mueve cuando la tocamos, un helicóptero en la azotea que vuela durante nuestra visita, escaleras de acceso –que no vienen diseñadas por defecto en Cospaces– entre otras cosas.
Pero además, podemos encontrarnos personajes que interactúan con el visitante ofreciéndoles ayuda o información complementaria y entre los que se encuentran personajes históricos del flamenco como Camarón, Paco de Lucía o Manolo Sanlúcar.
En fin, 4 plantas de un edificio que recoge nuestra particular visión sobre el flamenco, desde sus inicios inciertos –en la planta baja– hasta nuestros días –en la planta tercera– con paneles informativos, elementos interactivos, audio y videos, además de una cuarta planta con una cafetería donde descansar de nuestra visita y poder charlar y seguir aprendiendo con personajes históricos y relevantes de este arte –una pequeña «licencia» que me pareció original ;))–.
Ahora nos toca difundirlo en webs, redes sociales y mediante visitas a centros educativos de nuestra zona y a residencias de ancianos con las que nos apetecía colaborar y aprender unos de otros. Creo que el resultado ha merecido la pena, y el aprendizaje de mi alumnado y el mío, ha sido alucinante.
Yo ya estoy dándole vueltas al siguiente proyecto –aunque sea en cuanto a la temática– pero la Realidad Virtual –y me quedan por explorar las posibilidades de las fotografías en 360º– es una herramienta potentísima al servicio de la educación y junto con la Realidad Aumentada, una manera divertida y eficaz de «modelar» un futuro que ya está aquí y que ha venido para quedarse.
El enlace para poder ver nuestro museo interactivo del flamenco en Realidad Virtual lo tenéis aquí: https://cospac.es/1Ivo
O aquí:
Se aceptan sugerencias de mejora y ampliación –a modo de evaluación externa y colectiva– que transmitiré gustoso a mi alumnado para que sigan aprendiendo.
De momento, está optimizado para verlo e interactuar desde el móvil, pero los siguientes pasos serán codificarlo para poder verlo con gafas de realidad virtual. Ya veremos de lo que somos capaces 😉
Saludos, artistas y seguimos!
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