En esta ocasión, nuestro colaborador, Luis Enrique Ibáñez, no va a hablarnos de música, o quizá sí, quiere reflexionar sobre la ausencia de música, esto es,  quiere que pensemos en el ruido, en el ruido ensorcededor que se produce, o producimos, en ese mundo virtual, tan atractivo como extraño, tan adulto como infantil, en el que hacemos tanto, y, quizá, deshacemos mucho… y, a lo mejor, también quiere hablarnos de otras cosas.

Es claro, cada uno puede actuar como le dé la gana, pero siempre es bueno tener contrapuntos, pensar.

Una mañana de radio y redes

Fue un domingo por la mañana. Escuchaba la radio, la cadena SER. La presentadora realizaba una entrevista a Marcelino Iglesias, del Partido Socialista. Una de las preguntas fue formulada más o menos del siguiente modo: ¿Sienten frío en el partido socialista al ver lo impopulares que están resultando las medidas que están obligados a tomar? Me pareció que esa formulación llevaba consigo, consciente o inconscientemente, una manipulación evidente: la utilización del adjetivo obligados entregaba un alivio gratuito al receptor y dejaba como indiscutible la idea implícita de que esas medidas había que tomarlas sí o sí, que no había otro remedio (claro que ese obligados también podría significar que existía un mandato enviado por otros seres de rango superior), y, por tanto, liberaba de toda culpa o crítica a los que las habían decidido. También me pareció que sería oportuno enviar esa humilde reflexión crítica al lugar de origen. Lo hice. Pero alguien me dijo que lo ideal sería colgarlo en una de esas redes sociales. Siempre he sentido un tremendo rechazo hacia esos foros, o comunidades, o lo que sea… no es el momento de explicar por qué. Accedí y lo colgué (creo que se dice así… ¡por Dios!). A partir de ese momento estalló una especie de bomba. Alguien que andaba por allí aprovechó mi comentario para desahogarse con los más ordinarios, desagradables, agresivos… insultos hacia la cadena SER. Otros alguienes asumieron rápidamente la defensa numantina del lugar agredido. Aquello parecía el mejor documental sobre los estercoleros lingüísticos, y estaba protagonizado, sobre todo, por el primer alguien. Ý llegué a dos conclusiones. La primera, que parece que en este país sólo se puede estar en un sitio, o en otro (o eres del Madrid, o eres del Barcelona, ya me entienden), como si nos estuviese prohibido pensar en otro más allá: usted sólo puede pensar hasta aquí, y sólo hasta aquí, no quiera usted salirse de este teatrito de aparentes diferencias que nos hemos montado. La segunda, y no sé si más grave, comprobar que la más altanera zafiedad se había apoderado del lenguaje… habría que leer más a Emilio Lledó. Y pensé que si esas intervenciones de seguidores beatos de modernas cofradías eran exponente de lo que algunos llaman participación ciudadana, que si el culto a lo grosero era lo mejor que podían ofrecer en el “retrete global”, yo mejor, saldría afuera. A fumar un cigarro, a respirar aire puro.

Benditos los ignotos

Por Juan Antonio González Iglesias

“Heil den unbekannten”

Goethe, Das Göttliche”

Benditos los ignotos,
los que no tienen página
en internet, perfil
que los retrate en facebook,
ni artículo que hable
de ellos en wikipedia.
Los que no tienen blog.
Ni siquiera correo
electrónico, todo
les llegan si les llega,
con un ritmo más lento.
Tienen pocos amigos.
No exponen sus instantes.
No desgastan las cosas
ni el lenguaje. Network
para ellos es malla
que detiene la plata de los peces.
Benditos los que viven
como cuando nacieron
y pasan las mañanas oyendo el olmo
que creció junto al río
sin que nadie
lo plantara.
Bendito los ignotos
los que tienen
todavía
intimidad.

Juan Antonio González Iglesias (Salamanca, 1964) es profesor titular de Filología Clásica e Indoeuropea en la Universidad de Salamanca. Su último poemario es Del lado del amor. Poesía reunida 1994-2009 (Visor)

(Fuente: El País, Babelia, 29-01-2011)

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(http://www.elpais.com/articulo/portada/mundo/distraido/elpepuculbab/20110129elpbabpor_3/Tes)

Luis Enrique Ibáñez Cepeda (24 Posts)

Quique Ibáñez es profesor de Lengua y Literatura Castellana en el IES Cristóbal Colón de Sanlúcar de Barrameda. También imparte Proyectos Integrados sobre Lenguaje Fílmico y la asignatura de Literatura Universal. Es, además, un enamorado de la música y del cine. Tiene un espíritu crítico por naturaleza, lo que se deja entrever claramente en sus escritos.